Aun recuerdo esa mirada en tu rostro iluminando la oscuridad a las 1:58h. Las palabras que susurraste cuando nos conocimos. Me dijiste que me amabas. Entonces, ¿Por qué te fuiste? Porque te fuiste tan lejos…

Todavía recuerdo aquel día, el olor de la lluvia fresca sobre el pavimento, corrí al bajar del avión ese 1 de julio. Tan solo podía escuchar el latido de tu corazón. La luna improvisaba un escenario, todavía puedo sentir el calor de tus abrazos.

Recuerdo tu forma de caminar, la vida junto a ti. El alma de la fiesta, estas siéndolo de nuevo. Voltee mi cabeza y puse los ojos en ti, me atrapaste con tu encanto. Te dije: “No sé bailar”, pero lo hice por ti.

Porque me encanta tu apretón de manos al conocer a mi padre, me encanta tu manera de andar con las manos en los bolsillos. Como me besabas cuando estaba a punto de decir algo. No hay un día que no extrañe tus interrupciones.

Así que ahora te veré vivir en fotos como solía verte dormir y siento que me olvidare de cómo era tu respiración. Seguiré con nuestros viejos amigos solo para preguntarles como eras y espero que estés bien allí donde estés. Espero que el sol brille cada día para ti. Que algo me haga recordarte, que desearas haberte quedado junto a mí.

Pero ahora, voy a sentarme en el suelo, llevo tu ropa puesta. Todo lo que sé es que no sé cómo ser algo que extrañas. Nunca pensé que tendríamos un último beso, nunca imagine que iba a terminar así. Tu nombre, por siempre tu nombre en mis labios al igual que nuestro último beso…

Siempre tu nombre en mis labios al igual que el ultimo beso…